Las 999 mujeres de Auschwitz : La extraordinaria historia de las jóvenes judías que llegaron en el primer tren a Auschwitz / Heather Dune Macadam; Prologo de Caroline Moorehead; traducción de Arturo Peral Santamaría
Tipo de material:
- 9789588763620
- 940.5318 M113 21
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Biblioteca Cesde Sede Centro | Sala de profesores | 940.5318 M113 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Prestado | 06/07/2024 | 03986 | ||
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Biblioteca Sede Bello Sede Centro | General | 940.5318 M113 (Navegar estantería(Abre debajo)) | ej. 3 | Disponible | 03990 | ||
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Biblioteca Sede Bogotá Sede Centro | General | 940.5318 M113 (Navegar estantería(Abre debajo)) | ej. 2 | Disponible | 03987 |
Prólogo en la página 13.
Nota de la autora en la página 19.
Lista de fotografías e ilustraciones en la página 383.
Archivos en la página 387.
Notas sobre fuentes en la página 388.
Índice onomástico en la página 417.
Incluye bibliografía en la página 408
Personajes principales del primer transporte página -- La vuelta a la casa -- Después -- Una palabras finales por Edith Friedman
25 de marzo de 1942, cientos de jóvenes mujeres judías y solteras abandonaron sus hogares para subir a un tren. Estaban impecablemente vestidas y peinadas, y arrastraban sus maletas llenas de ropa tejida a mano y comida casera. La mayoría de estas mujeres y niñas nunca habían pasado ni una noche fuera de casa, pero se habían ofrecido voluntariamente para trabajar durante tres meses en época de guerra. ¿Tres meses de trabajo? No podía ser algo tan malo. Ninguno de sus padres habría adivinado que el gobierno acababa de vender a sus hijas a los nazis para trabajar como esclavas. Ninguno sabía que estaban destinadas a Auschwitz. Los libros de historia han podido pasar por alto este hecho, pero lo cierto es que el primer grupo de judíos deportados a Auschwitz para trabajar como esclavos no incluía a combatientes de la resistencia, ni a prisioneros de guerra, no. No había ni un solo hombre prisionero en esos vagones de ganado. Era un tren de 999 mujeres, vendido a la Alemania nazi por una dote de 500 marcos alemanes, el equivalente a 200 euros. Estas 999 mujeres jóvenes fueron consideradas indignas e insignificantes, no solo porque eran judías, sino también porque eran mujeres. Estas chicas eran peones en un gran plan de destrucción humana, pero frustraron ese plan al sobrevivir y dejar su testimonio a sus familiares. Este libro da voz a esas mujeres y niñas que la historia olvidó
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