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El misterio de la sardina / Stefan Themerson; Traducción de Lluís Company

Por: Colaborador(es): Tipo de material: TextoTextoEspaña : Alcor, 1989Descripción: 263 páginas ; 20 cmISBN:
  • 8427012799
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 891.85 T383 21
Contenidos:
Primera parte. El color de sus ojos -- La tierra real -- El poodle negro -- El embajador, el almirante y un tercer ambiente -- La forma de no responder preguntas -- La silla de ruedas -- El filósofo y el matemático -- Las damas danzantes -- Capitán casanova -- Segunda parte -- El cofrecillo de cedro -- El ministro de imponderables -- Ningún axioma es inmortal -- La navaja de Occam -- Euclides era un asno -- Tan viejo como el polvo -- Todos los ríos corren hacia el mar, y el mar no se colma -- Ni una sola sardina para su nota a pie de página
Resumen: "El hombre, un escritor que reparte meticulosamente su semana entre la ciudad y el campo (tres días y cuatro noches en Londres, y luego cuatro días y tres noches en la pequeña casa campestre, con su esposa y sus dos hijos), que esconde sus obsesiones y sus temores, que odia la monotonía en que ha caído su vida siente que todo se viene abajo la noche en que uno de sus hijos se atreve a plantearle una dura crítica a uno de sus libros. Hasta entonces, tanto en la casa como en el pueblo, había imperado un pacto: no hablar de sus escritos, no recordarle un pasado glorioso como narrador y menos criticar lo que los estudiosos ya habían consagrado a su debido tiempo. El hombre siente que algo anda mal. Lo curioso es que este hombre también es poeta, pero a escondidas. Sólo escribe esas páginas líricas cuando está en el campo y el enfrentamiento con el hijo le altera el orden doméstico que llevaba. Durante dos largos años intenta recuperar su tranquilidad y con seudónimo publica un libro de poemas. Lo mismo que con sus narraciones, los críticos exageran ahora en sus comentarios. De nuevo queda consagrado y, misteriosamente, nadie asocia estos trabajos con los anteriores. Entonces, un sábado de primavera le pide a otro viajero que baje la ventanilla del vagón del tren y cuando llegan a la estación lo encuentran muerto. Dicen que sus últimas palabras fueron "Let me go" (Déjenme ir). Otros dicen que "Cet me God" (Tráiganme a Dios). Cuando la esposa inspecciona las cosas que el difunto dejo en la oficina de Londres y conoce a la secretaria, descubre que esta se acostaba con el marido, que ambas se atraen mutuamente y se hacen amantes. Entonces a la casita de Mallorca donde viven juntas, llega un universitario que prepara una tesis sobre la obra del marido y amante. El joven tiene una pregunta clave para su investigación: "de qué color eran los ojos del escritor" ¿Eran iguales a los ojos descritos en un poema?" (Tomado de la página: https://www.semana.com/escondidas/13211-3/)
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Libros Libros Biblioteca Cesde Sede Centro Literatura 891.85 T383 (Navegar estantería(Abre debajo)) Disponible Presenta la primera hoja rayada 01914

Primera parte. El color de sus ojos -- La tierra real -- El poodle negro -- El embajador, el almirante y un tercer ambiente -- La forma de no responder preguntas -- La silla de ruedas -- El filósofo y el matemático -- Las damas danzantes -- Capitán casanova -- Segunda parte -- El cofrecillo de cedro -- El ministro de imponderables -- Ningún axioma es inmortal -- La navaja de Occam -- Euclides era un asno -- Tan viejo como el polvo -- Todos los ríos corren hacia el mar, y el mar no se colma -- Ni una sola sardina para su nota a pie de página

"El hombre, un escritor que reparte meticulosamente su semana entre la ciudad y el campo (tres días y cuatro noches en Londres, y luego cuatro días y tres noches en la pequeña casa campestre, con su esposa y sus dos hijos), que esconde sus obsesiones y sus temores, que odia la monotonía en que ha caído su vida siente que todo se viene abajo la noche en que uno de sus hijos se atreve a plantearle una dura crítica a uno de sus libros. Hasta entonces, tanto en la casa como en el pueblo, había imperado un pacto: no hablar de sus escritos, no recordarle un pasado glorioso como narrador y menos criticar lo que los estudiosos ya habían consagrado a su debido tiempo. El hombre siente que algo anda mal.
Lo curioso es que este hombre también es poeta, pero a escondidas. Sólo escribe esas páginas líricas cuando está en el campo y el enfrentamiento con el hijo le altera el orden doméstico que llevaba. Durante dos largos años intenta recuperar su tranquilidad y con seudónimo publica un libro de poemas. Lo mismo que con sus narraciones, los críticos exageran ahora en sus comentarios. De nuevo queda consagrado y, misteriosamente, nadie asocia estos trabajos con los anteriores. Entonces, un sábado de primavera le pide a otro viajero que baje la ventanilla del vagón del tren y cuando llegan a la estación lo encuentran muerto. Dicen que sus últimas palabras fueron "Let me go" (Déjenme ir). Otros dicen que "Cet me God" (Tráiganme a Dios). Cuando la esposa inspecciona las cosas que el difunto dejo en la oficina de Londres y conoce a la secretaria, descubre que esta se acostaba con el marido, que ambas se atraen mutuamente y se hacen amantes. Entonces a la casita de Mallorca donde viven juntas, llega un universitario que prepara una tesis sobre la obra del marido y amante. El joven tiene una pregunta clave para su investigación: "de qué color eran los ojos del escritor" ¿Eran iguales a los ojos descritos en un poema?" (Tomado de la página: https://www.semana.com/escondidas/13211-3/)

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